Jerome Klapka, escritor
inglés, escribió: “el perro es un animal muy imprudente. Jamás se detiene
a averiguar si aciertas o yerras, no le interesa saber si subes o bajas
por la escalera de la vida, nunca pregunta si eres rico o pobre, tonto o listo,
pecador o santo. Con buena o mala fortuna, si tu reputación es
excelente o pésima. Si te creen honorable o infame. Seguirá contigo, para
consolarte, protegerte y dar su vida por ti”.
Los datos científicos indican
que la relación entre seres humanos y animales ayudó a que la primera especie se
desarrollara en su evolución, pues, características específicamente humanas,
como son la empatía, la compasión y el compromiso fueron adquiridas en esta
etapa. Aspectos que todavía seguimos fomentando continuamente a través de una
relación que es “fundamental” para el ser humano, en opinión del psicólogo
clínico Félix Zaragoza, de Activa Psicología.
También un dato interesante
es que muchas veces, la única forma de conseguir la curación de un paciente que
sufre depresión o ansiedad es la Terapia Asistida por animales de compañía (TEAAC).
Es una alternativa a otros tipos de terapia
cuando se han probado y no han funcionado. La relación entre los animales y los
pacientes suele ser la mejor opción a la hora de conseguir altos niveles de
relación, estimulación y amor incondicional.
Algunos de los beneficios que se
consigue con las TEAAC:
Empatía: Resulta más sencillo sentir empatía por un animal
que por un ser humano.
Enfoque exterior: las terapias pueden conseguir que la persona piense
y hable más de los animales que de sus problemas.
Relaciones: el paciente se relaciona con el terapeuta a
través de proyectar sus sentimientos y experiencias hacia la mascota. El
enfermo se sentirá mucho más seguro en este contexto.
Aceptación: los animales no se basan en criterios externos
para querer a alguien. Por eso, los pacientes de las terapias aumentarán su
autoestima, al sentirse queridos y capaces de querer.
Entretenimiento: los animales se vuelven en una entretenida compañía.
Mayor socialización: los animales consiguen que las
personas estén más alegres y quieran socializarse con los demás.
Contacto físico: Para que los niños crezcan sanos psicológicamente
hablando, es necesario que tengan contacto físico.
Sentido de responsabilidad: Los animales saben cómo cuidar
de la gente. Además, hacen que el individuo pueda adquirir sentimientos de
competencia y seguridad.
Beneficios fisiológicos: En muchos casos, los animales
consiguen que las personas se sientan relajadas.
Y de ellos siempre terminaremos
aprendiendo y recibiendo incontables experiencias, o como dijo alguna vez el
escritor y filosofo Miguel de Unamuno: "Mi gato nunca se ríe o se lamenta,
siempre está razonando".
Que
tengas una buena vida
Fuentes:
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